OSTEOPATÍA PEDIÁTRICA

Se suele creer que tanto niños como bebés no deberían tener tensiones estructurales o distensiones. En gran parte, debido a su joven edad, flexibilidad y el evidente hecho de que son menos propensos a lesiones habitualmente asociadas a los adultos. La realidad, sin embargo, es muy diferente.

La mayoría de los osteópatas están preparados para la atención pediátrica, y el tratamiento de manipulación osteopática (TMO) es muy adecuado para muchas enfermedades pediátricas.

El bebé sufre con la fuerza que ejercen las contracciones del útero en oposición a la resistencia natural de ese canal. La cabeza del bebé tiene la capacidad de adaptarse y cambiar de forma. Asimismo, los huesos blandos de la parte superior del cráneo se solapan y se moldean con estas fuerzas contráctiles.

Las distorsiones en la cabeza como resultado del parto se liberan normalmente de forma natural con la alimentación y el llanto. Sin embargo, en algunos casos, las distorsiones permanecen y afectan al crecimiento y al desarrollo.

Todas las tensiones no resueltas de un parto estresante y los efectos en el cuerpo del bebé son, en muchas ocasiones, la causa principal de problemas en la niñez y en la edad adulta. Lo mejor es proceder a un tratamiento de osteopatía bebés cuanto antes, ya que cuanto más tiempo estén los efectos en el cuerpo más complicado será eliminarlos.

A medida que los niños crecen, se les van pasando los lloros incesantes, la irritabilidad, la dificultad para dormir y alimentarse, es decir, todo lo que podían sufrir de bebés. No obstante, si los patrones de tensión no son tratados, los niños y niñas pueden sufrir efectos secundarios a medida que crecen y se desarrollan.

Esto les puede provocar dificultades a la hora de sentarse y de concentrarse, y esto puede acabar derivando en un mal comportamiento y un aprendizaje pobre.

La osteopatía infantil resulta muy provechosa para tratar a niños y niñas que sufren de:

Infección de oídos (otitis), dificultades de aprendizaje, crecimiento retardado, escoliosis, TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), autismo, problema en comportamiento e hiperactivida, torpeza, dolores de crecimiento, problemas de sinusitis y respiración por la boca, asma, infección de pecho, síndrome de pos-concusión, dolores de cabeza y migrañas….

Mucha gente se sorprende al leer que la osteopatía para bebés y niños sirve también para tratar infecciones de todo tipo, siendo las más comunes la de oído y la de pecho.

La osteopatía infantil trata, igual que sucede con la osteopatía para adultos, todas aquellas lesiones causadas por una caída o accidente. Es muy importante en el caso de los niños para que no arrastren estas lesiones cuando son mayores.

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